No siempre fui escritor, pero sí un soñador.

De niño no podía solo jugar con un juguete, necesitaba crear toda una historia para él; y como eso llevaba tiempo y suma dedicación, nadie quería jugar conmigo. Crecí dibujando los personajes de Toriyama, Takahashi y Kurumada, deseando algún día tener la capacidad de imaginar mundos como ellos lo hicieron. A los dieciséis hice mis primeros personajes originales y el escritor dentro de mí nació también. La historia progresó y dibujarla ya no bastó, fantaseando con llevarla a la pantalla algún día, dividí mis tramas en temporadas y comencé a escribir guiones; hasta que un día alguien me dijo: “¿Por qué no escribes mejor un libro?”. Fue entonces cuando descubrí las bondades de la narrativa y mis personajes ya no solo dijeron cosas, las vivieron y las sintieron; las temporadas se convirtieron en volúmenes y así nació mi primera serie de libros: La Búsqueda de los Sellos Mágicos. En la universidad escribí, diseñé y dirigí puestas en escena, y combiné mi pasión por el diseño siendo el coordinador editorial de una revista de arquitectura; después escribí cómics para una revista infantil. Amo el cine, las series de televisión, la historia y la física, y, aunque creo que la magia está sobreexplotada hoy en día, es ciertamente el corazón de todas las novelas que he escrito en los últimos quince años, y de todas las que todavía están por venir. Me tomó mucho tiempo pero finalmente estoy listo para enseñarte todo lo que hay en mi mente. Yo creo en todos los tipos de magia y haré que tú también creas en ellas.

Dicen que en cada cabeza hay un mundo, pero en la mía hay demasiados.